Descendimiento:
.Poesía en jota.
No llores por mis penas
que aunque son grandes y muchas
todas mis penas no valen
lo que una Lágrima tuya.
Lágrimas de agua bendita
brotan de tu corazón
y se asoman a tus ojos
secos de tanto dolor.
Con el tambor y el timbal
una jota yo te canto
en tu cara hay dolor
de pena todos lloramos”
Fuente: Página web de la cofradia del descendimiento
Autor : Inocencio Lagranja
DOLOROSA
Algo pasa en Zaragoza llegado el Miércoles Santo
Nuestra Madre Dolorosa cobija bajo su manto
a un sin fin de penitentes
que con el rostro escondido
convierten el dolor de Madre
en un dolor compartido.
Plaza de San Cayetano, gentío y expectación
noche oscura, nueve en punto, sale ya la procesión.
Negro, plata, terciopelo, brillo, seriedad austera,
un río lento y pausado que desfila emocionado
acompañando en su duelo a la Madre que venera.
Movimiento pendular, suave, lento, acompasado,
bombos, tambores, timbales,
que acompañan a una Virgen con el rostro demacrado,
Siete lágrimas derrama, siete puñales clavados,
siete dolores profundos que van a ser predican' os.
Un sentimiento común, es devoción, una cita,
¿Por qué sentimos al verla que el corazón nos palpita?
¿Es el cariño profundo, una bendita ilusión?
es el amor de la Virgen que fluye de las heridas que tiene su corazón.
Es redoble, palotazo, repiqueteo o bombazo,
sonido de procesión,
grábaselo en la memoria y tócalo con tesón
que si el redoble es sincero, no es redoble es Oración
La saeta
(Antonio Machado)
Dijo una voz popular:
Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los Gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar
Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz
Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores
Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en la mar.